Pequeñas historias de un niño llamado Max
El pequeño Max ha encontrado unos preciosos caramelos en el armario donde su madre guarda la ropa de temporada. Los degusta poco a poco imaginándose que ese debe ser un gusto de mayores. Piensa que así tal vez debe saber la cerveza o el cognac i aunque no le gustan mucho está contento de haber encontrado el escondite de su madre y poder degustar los caramelos de la gente mayor.
Lo que no sabe Max es que esta primavera no llegará a ver la ropa apolillada que su madre descubrirá cuando vaya a sacar las mudas de verano.
4 comentarios:
¡Vuelve Max! ¡Y trae caramelitos!
es tan amable...
Lo veía venir y me estaba relamiendo... ¡pero el final (tan sutil) es inmejorable!
I believe in Max.
yo también lo intuía desde el principio, y acompañar el texto hacia la resolución es un placerazo (palabro que me invento y propongo).
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