CADA VEZ QUE VOY A VEROS
Al final del corredor enmoquetado, un gris difìcil de mostrarse sucio, oigo la voz de una niña parloteando en inglès. Las voces de sus padres se suspenden tras su discursito infantil apenas entendible. Nos acercamos a la ciudad, cinco grados de temperatura en el exterior del coche seis, doscientos sesenta y nueve kilòmetros por hora cada vez que voy a veros. Miro a travès del espejo que se forma en la ventana y sòlo me veo a mì y luces veloces pasando como si no pertenecieran a nada en absoluto, sòlo luces
3 comentarios:
"un gris difícil de mostrarse sucio", me gusta eso, especialmente hoy que estoy de limpieza, no pensaríais que las sedes parnásicas quedan exentas del coñazo de la limpieza. En fin, feliz regreso Rotura, de vez en cuando uno puede permitirse el lujo de ser gregario, ...¿y qué mejor que el colectivo para eso?
Donde haya un bombín hay un hombre de postín
...esa es mi zorra...!!!
PD. què bien suena eso ¿no?
Unos de limpieza y otros de viaje... y otros leyendo a los que están de viaje y de limpieza... ¿Superaremos el número de entradas del 2010 en este 2011 limpio y viajero?
Publicar un comentario