martes, 30 de junio de 2009

AUTOBOMBO

Últimas oportunidades para ver muy real-izada y en toda su majestad
a una Enana muy madurita...


el enemigo...la presa...el enemigo

El pequeño, cargando sobre sus rodillas flexionadas, nos da la espalda mientras hurga con un palo una superficie ceniza y húmeda. La cal de la destrucción. Huele a presa.
Bruma y crepúsculo.
Luz, vino pùrpura de la mañana.
Bostezos pàjaros de la mañana. Se abandona la búsqueda. Deposita el palo, deja de hurgar. El sendero que lleva al pueblo se ilumina. El rostro le arde, se expresa con tristeza a través de una sonrisa forzada y un hatillo de dientes. De camino al pueblo, el puente a la ciudad que la lluvia insistente habìa ido destruyendo. Aislamiento. Atraso. Suciedad. Lo màs pobre de otro lugar llega a otro incluso por los caminos rotos.
Llegado a las afueras del pueblo encuentra a otro niño. Este le enseña mordeduras y arañazos que porta en su cuello, junto a su collar de cuero. Sus cràneos están mal rapados. Le cuenta la historia de cinco bestias que abandonaron su guarida prestando a la intemperie sus crìas. Apenas unos meses de vida fuera del vientre de su madre. Saca, de entre la ropa sucia que cubre su vientre, un cachorro de bestia.
Un estruendo de grandes dimensiones interrumpe el momento. La majestuosidad de un rugido de motor cose el cielo de la escena con fulgor y velocidad culminando en una explosión que se estrella. Ha llegado el enemigo con su accidente.
Las llamas del silencio devoran el ruido recién y la conversación de los niños.
El panorama es un desierto sonoro al acecho de cualquier síntoma visual.
El perro salvaje ha huido.
A la luz del dìa se hace oscuro.
Los dos niños corren al pueblo para luchar con la noticia.
A la luz del dìa se hace oscuro.


Rotura

domingo, 28 de junio de 2009

Otoño en pleno verano.

Ahora que las señales se han roto,
ahora que no queda nadie y
por delante sólo el amargo camino del sonido.
Ahora que la huida no es deseo
que ando sobre semillas y
los brazos del amante
se borran bajo montañas de hojas.

zozobra (imperativo)

Explicación demasiado escueta de un estado mental.

A veces, abandonado a mis pensamientos en lugares públicos, vienen a mí lapsos de tiempo que no percibo: tan pronto un transeunte está aquí, tan pronto está a cien metros. Es un estado parecido a la concentración pero mucho más rico. Numerosas ocasiones he intentado recrearlo artificialmente, pero no responde a estímulos racionales ni a substancias. Viene tan sigiloso e inesperado como se va dejándome perplejo, extasiado y con la sensación placentera de por un momento no haber existido.

Zozobra.

sábado, 27 de junio de 2009

Sexta Versión

Tras semanas de progresivo distanciamiento conyugal, llegó la apoteósica escena.
Marilyn Monroe vuelve de la consulta del doctor Mal Rollen y le dice a su novio:

-Tienes que olvidarme. Acabo de enterarme de que soy una rana que ya no es rana.
-Hace tiempo que te lo noto, pero no te he dicho nada.
-Soy una rana que nació rana, pero me han convertido en mujer y solo mujer. Y si me besas te convertirás en rana. Sería un infierno, un infierno en el que hace tiempo que vivimos.
-Lo se...
-Será mejor que llamemos ya a los abogados- y contoneándose se agacha a coger el móvil de su bolso-.
Él repasa por última vez su atrayente figura y resignado se pregunta qué clase de hijo de puta le ha podido castigar así.
-Sería terrible para tu carrera que te convirtieras en un reptil vomitivo- dice ella sosteniendo ya el teléfono en su oreja-.
-Mary, las ranas son anfibios.
-Caray, qué despiste, tienes razón Bratt (Pitt).
-Lo sé...
-(Mordiéndose las uñas, trantando de contactar con el buffete del sr. Balanza) Tranquilo, nos lo harán todo ellos y nadie se enterará. Venderemos una exclusiva del divorcio como siempre y aquí no ha pasado nada.

Bratt Pitt se obsesionó con sus visiones de mujeres-rana. Su psiquiatra, le recomendó que aprovechara su popularidad para ligarse a más tías buenas -por envidia y por que superara todo aquello-. Entonces Bratt se casó con Angelina Jolie y se fueron al Tercer Mundo a adoptar niños pobres y huérfanos. Pero cuanto más perfecta era su vida social más alcohol bebía en su soledad, y acabó abandonando a su familia.
Al cabo de unos años, arrastrándose, regresó a casa de Angie, por Navidad, suplicándole sé mi rana, sé mi rana...


por Laenana

miércoles, 24 de junio de 2009

MOMENTOS FELICES. GRABRIEL CELAYA

Poema en audio: Momentos felices de Gabriel Celaya por Gabriel Celaya

Quinta versión


Tranquilamente, como el que anda por andar, meciendo la falda. Una mirada atenta, limpia, de esas que aprenden a cada minuto. Entonces, una de las ranas de las muchas que hay le dijo:
- Bésame, soy la promesa.
- ¿Que?
- Soy la promesa, la respuesta a las preguntas en soledad. Conmigo no te faltará nada. Sellemos nuestro encuentro, démosle ceremonia, nada te faltará.
- No sé...
- El riesgo es caro, yo te ofrezco un futuro cierto. No tengas miedo, ya has visto mucho de lo que hay fuera.
- No sé, no sé...

Y tranquilamente siguió caminando con un par de dudas más en el bolsillo lateral de la falda, abandonó el boulevard, subió a un tren en Atocha camino a París. Allí conoció a un pintor del que aprendió el ritmo de los pinceles y las artes con minúscula. Trabajó después para un par de vacuos ambiciosos y se fue a Camerún donde al menos los niños sonreían. Más tarde, un avión la llevó hasta Formentera donde un pequeño bar a pie de playa le dio un verano lleno de color, silencio y orgías con mucha fruta en cuencos de madera. De allí se llevó un par de cuadros y una estatuilla de tierra cocida. Aprendió a cocinar, Alaska le encantó. Y no, no echó de menos a la rana ni a ninguna con las que después se cruzó.

Zozobra dixit.

viernes, 19 de junio de 2009

El realismo transformado

Cuarta versión, by Marta Polbín

[Esta es una versión que pongo a la venta, por si se acerca la fecha límite -recordemos que es el 15 de julio- y alguien quiere comprar favores... El precio lo pondremos entre todos los que hayamos publicado, por supuesto, y lo compartiremos como miembros que somos del Colectivo más colectivizador que se colectivice.]

Tranquilamente, caminaba ella por el pastiche, la fantasía en ligero pero suficiente contrapunto. Misterio alto pero suficientemente ligero para poder posarse sobre lo que atrajera a su autor. Entonces, y para abreviar, se volvió hacia el realismo, y el realismo le dijo:
–Bésame, que soy un privilegio.
–Y eso?
–Soy un privilegio, forrao, pero me han convertido en realismo, ya sabes, los manieristas. Pero si me besas se rompe el hemistiquio, yo me convierto en un burlesco versículo, nos casamos y vivimos de quinésica maravillosa.
–No sé…
–Créeme: tras esta apostilla nauseabunda hay un receptor luminoso. Si vences tus prolepsis serás feliz.
–No sé, no sé…
Y tranquilamente, contoneando ligeramente sus fantasías y sus églogas, ella siguió caminando. Abandonó la ciencia-ficción, tomó un tropo en Atocha, se fue a Marsella, conoció a un pleonasmo loco pero muy divertido, lo abandonó para trabajar para una institución literaria, se cansó y se fue a Camerún a colaborar con un humanista. Más tarde, abrió una circunlocución en Formentera, pasó la versificación de su vodevil con dos jocosos con los que se lo hacía a la vez en el poema. Compró artículos. Aprendió a cocinar, Alaska le encantó. No, no echó de menos el realismo.

La rana transformada

Tercera versión, by Marta Polbín

Con parsimonia, caminaba la moza por la calzada, sus faldas flotando como algas marinas. La mirada alta y volátil, para posarla aquí y allá sin disimulo. Digámoslo simplificando, la moza miró a la rana y la rana habló:
–Un ósculo, por favor. Soy un futuro monarca.
–¿Cómor?
–Soy un futuro monarca, digo. Forrado hasta los colmillos… mas transformado por los malos, you know. Si consigo tu ósculo, acabará la maldición, dando paso a un macizorro trancón: podríamos casarnos y vivir como los putos amos.
–Mmm…
–Confía, anda, confía. Tras mi facha inmunda hay un futuro luminoso. Si aparcas tu obstinación, podrás lograr la dicha infinita.
–Mmm, mmm…
Y con suma parsimonia, faldas y dudas flotando al compás, la moza siguió caminando. Abandonó la charca rumbo a Atocha, subió a un convoy y viajó casi hasta Mónaco, conoció a un pintor loco y muy gracioso, lo abandonó para trabajar para una inmobiliaria, acabó harta y puso rumbo a Nkongsamba para colaborar con un hospital. Pronto cambió su morada y abrió un chiringuito con vistas a Ibiza, pasó unos días locos follando junto al mar con dos italianos (al unísono, faltaría más). Compró cuadros. Hizo cursos gastronómicos. Alaska la subyugó. No, no notó a faltar a la rana para nada.

lunes, 15 de junio de 2009

La rana transformada: auténtico proxeo que acaba bien

Como se puede comprobar en la sección de comentarios, el CREA (Comité para la Recuperación del Espíritu Autobombástico) ha hablado:
"TODOS LOS MIEMBROS DEL COLECTIVO AUTOBOMBO DEBEN ESCRIBIR SU VERSIÓN DEL RELATO DE LA RANA. Pongamos un plazo generoso de un mes, si os parece: antes del 15 de julio todos los miembros del Colectivo que se precien deberán haber colgado su texto-versión. Los que no lo hagan sufrirán las consecuencias (que Lennyn Timar pide a gritos compañía).
Por si alguien no lo ha pillado todavía, ESTO ES UN PUÑETAZO EN LA MESA (que otros llaman golpe de estado)."

Primera versión

Tranquilamente, caminaba ella por el paseo, faldas en ligero pero suficiente contoneo. Mirada alta pero suficientemente ligera para poder posarse sobre lo que atrayera su atención. Entonces, y para abreviar, se volvió hacia la rana, y la rana le dijo:

- Bésame, que soy un príncipe.
- Y eso?
- Soy un principe, forrao, pero me han convertido en rana, ya sabes, los malos. Pero si me besas se rompe el hechizo, yo me convierto en un buenorro vergón, nos casamos y vivimos de puta madre.
- No se…
- Créeme: tras esta apariencia nauseabunda hay una realidad luminosa. Si vences tus prejuicios serás feliz.
- No sé, no sé…

Y tranquilamente, contoneando ligeramente sus faldas y sus dudas, ella siguió caminando. Abandonó la charca, tomó un tren en Atocha, se fue a Marsella, conoció a un pintor loco pero muy divertido, lo abandonó para trabajar para una immobiliaria, se cansó y se fue a Camerún a colaborar con un hospital. Más tarde, abrió un chiringuito en Formentera, pasó el verano de su vida con dos italianos con los que se lo hacía a la vez en la playa. Compró arte. Aprendió a cocinar, Alaska le encantó. No, no echó de menos a la rana.

Segunda versión

Tranquilamente, faldas, mirada alta, ligera para poder posarse sobre lo que atrayera su atención. Entonces rana, y rana le dijo:

- Bésame. Soy prìncipe que se acabò, que ya no es prìncipe.
- Dudo.
- Soy principe que muriò prìncipe, pero me han convertido en hombre y solo hombre. Pero si me besas se rompe el mal que convierte. Viviremos lo que de otra manera tambièn habrìamos vivido.
- No se…
- Créeme.
- Tras esta apariencia nauseabunda hay una realidad incrèdula.
- Si vences seràs lo que quieras que seamos.
- No sé…
No sè es lo que extrañamos.
Y tranquilamente sus faldas, sus dudas, ella siguió caminando. Abandonó la charca, tomó un viaje que abrirìa todo aquello que esperaba abrir.Se fue. Conoció. La locura. Abandonó para el cansancio. Se fue. Más tarde pasó el verano de su vida . Aprendió a no echar de menos al prìncipe.

Tercera versión

From Madrid, Great Expectations

Esta es una historia bicéfacela: dos bombines tecleando exquisitamente sin más convergencias que la botella de Rioja, los cigarrillos y el apartamento-sede del Colectivo que comparten en estos momentos: la expedición Polbinácea y Sapotrácea a Lutecia ha dejado la sede de calle Canarias a merced de la confabulación autobombástica. Espoleados (cuanto más bonito es 'esperonats', dejo dicho) por la última entrada enchida de la franqueza de raza de Franja Reza, aquí les saludamos:


el chico resurrecciòn con la moneda que el demonio no querrìa y el pàjaro boca en la ciudad sin vuelo...
el paladar se les ponga blanco

cómo son, no? Sí, estoy de acuerdo, aquí hace falta que alguien destripe un armadillo para despertar las pasiones. Pero, ahora que hablas de armadillo, no será esa la imagen exacta para nosotros? No te sigo, explícate. Bueno, ya sabes, un bicho que se cierra sobre sí mismo cuando las cosas se ponen feas y sólo se despliega cuando no hay peligro. Estás insinuando algo?


Echamos en medio tormenta que amenaza y no llueve. Insinuo rezo, carrera y silencio. Hijos de la puta que apunta con el caño de la escopeta.
Frases que corresponden a un perro muerto.
Lucha entre tù, yo, ellos...
¿seremos capaces de entender el final que nos acerca?
me pongo triste hermanos...
estamos tan cerca...
que ahora nos pondremos a viajar...
a viajar...

Edith no podía quedar porque estaba en Roma, y cuando llegó yo me iba para Madrid. Desde los Monegros pensaba en Agatha, que se iba a Mauritania en breve a trabajar en un hotel. Mientras, Teresa se largaba a Córcega y no coincidíamos para irnos juntos a Torredembarra. Mientras el Ave pasaba el páramo, extenso como una arruga, pensaba en la Polbina parisien y en todos los aviones que se pierden en circunstancias extrañas. En un Ogro en su hábitat natural, rodeado de camachuelos y Enanas de invitantes grupas. Por el cielo se cruzan los tiralíneas de los aviones que nunca llegan porque nunca se van porque nunca nos vamos. Y pensar que a ti no te conocí porque cruzaste la puerta 7 segundos antes que yo. Y que ahora, mientras pensamos si Formentera o Bali, si Madrid o Vancouver, si Marsella o Buenos Aires, te encuentro aquí, breve, breve como una arruga, extenso como un tiempo que no se amilana al ver el mar ni el cielo.


No preguntar por què se tiene que acabar o por què no se quiera hacer nada o por què quiero preguntar...mezclo los amantes...
somos de aquì...
somos de aquì...
la pena que tengo en la cabeza sòlo se puede calcular de una manera...
puede que no sea la espera...
tal vez decir adios...tal vez decir noche...
borracha...rotura...
acabemos

sábado, 13 de junio de 2009

...Ya no màs escribir pàjaro en mano que los restos mortales de nuestros seres queridos.
Volver a cargar palabras de aliento antes de algo parecido a un final.
Palabras de aliento.
La volvì a dejar.
Palabras de aliento.
Despuès de las jornadas de la pasiòn queda un extraño gorjeo,
un maldita sea y semanas de desierto sin pan ni agua en el estòmago,
sin nada que echarse a la boca.
.
Desde que la conocì no puedo quitarme la palabra carne de la boca.
.
Màs
nada.
.
Beso en el pecho que no en la frente en la espalda las hormigas del querer amenazan.
Quiero que sepàis que no puedo sin vosotros,
sin vosotros soy nadie aunque a veces tenga que ser uno.
Dilaciòn y adiòs.

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