jueves, 2 de julio de 2009

Séptima versión: homage Burrotibus

Paseaba ella, de paramentos ligeros y contoneantes. Sus ojos paralelos vieron un anfibio paranormal que le hablaba en paradojas:
-Una vida con paracaídas no es vida sino parodia. Cambia el paradigma y bésame, te prometo el paraíso.
Ella, al borde de la paranoia, decidió alejarse del anfibio y subir a un tren en la parada de Atocha. Su recorrido trazó una parábola por vivencias sin parangón y paradores de turismo: leyó a Paracelso, atravesó páramos, navegó el Paraná en Paraguay, fue parásita y parada, necesitó de parasol y paraguas: una vida sin paralipsis. Entre tanta paranomasia no recordó a la rana paralizadora.

3 comentarios:

colectivo autobombo dijo...

para evitar debates sobre orígenes diferidos, hipo e hipertextos y salvar el culo ante la escabechina del día 15, me parapeto con esta versión celebratoria del primer doctor autobombástico. CUM-CUM---LAUDE!!!
lELi

Anónimo dijo...

esquivar trenes...acojonante...

Rotura

polbinina dijo...

Para decirlo paratácticamente: una versión paranormal!
¿Para cuándo lo del epígrafe?

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