Pasapisos (1), por Mónica Copérnica
[Camaradas de la Orden del Bombín:
Lo que tenía que ocurrir ha ocurrido por fin. Yo ya me lo temía desde hace algún tiempo. El caso es que hay un "tapado" entre nosotros, alguien que conoce a nuestro Colectivo y quiere publicar bajo estricto anagrama y sin revelar su verdadera identidad. No sé por qué me ha elegido a mí, precisamente. Pero hoy he recibido un correo con un texto y un anagrama. Como el correo acababa con nuestro sacrosanto lema "I believe", he considerado mi deber publicarlo. A vosotros os toca decidir si he hecho lo correcto.
¡Salud y autobombo!]
"Detesto a los pasapisos por omnipresentes, porque siempre dan contigo, porque te sonsacan tu número de teléfono y te asedian, te acosan, te derriban; porque son los representantes de un mundo de ficción, puro espejismo, de una raza nueva de embusteros, sacasangres, chupavidas; porque intentan darte gato por liebre y te ofrecen castillos de arena, torres de viento, allá donde no hay sino mugre y desconchados, o como mucho “renovado a nuevo”, “para entrar a vivir”, plástico y. Los aborrezco profundamente porque son capaces de hacer crecer sin dar de comer, y de venderte terrazas de un metro; porque son como aves de rapiña vigilando con sus ojos acechantes, desorbitados, saltones de avaricia, a las posibles presas confiadas que admiran su valía y les están incluso agradecidos. Porque aparecen ante ti con sus verdes corbatas abominables, exasperantes, desmedidas, y sus pelos engominados, y buscan no sólo tu anuencia sino el agradecimiento de habértelo conseguido, porque eres el elegido, porque sin ellos –pobre de ti–, no llegarías nunca a poseer el palacio de tu vida que tantos otros anhelaban ardientemente, ávidamente, visceralmente; ¡cuerda decisión tu compromiso! 40% por anticipado, 30% para él y dulce legado, insufrible lastre, carga letal para tus herederos. Y porque con frecuencia, cuando ya han conseguido embaucarte astuta, descaradamente con sus retorcidas artimañas, se sacan de la manga la sorpresa: “¿Y tú de las afectaciones qué piensas?”, u otras burdas falacias de esta índole. Y te quedas con los ojos a cuadros, sin saber de dónde te ha venido, pero sin saber tampoco qué hacer ante su media sonrisa indecente. No se te ocurra decirles que no, que no te interesa. Porque entonces empieza de verdad tu insoportable, negro calvario: continuas llamadas a tu móvil, no sólo de él sino de toda una caterva de abultadas sanguijuelas de su misma calaña que florecen en tu ciudad detrás de cada esquina. Hasta que te decides a cambiar de teléfono o te suicidas."
9 comentarios:
primera pregunta primordial, Copèrnica: copias o tradicionas
(luego habrà màs preguntas con forma de preguntas)
Yo veo a Copérnica en la buena tradición autobombástica, pues el final de su relato me recuerda el final de "La ciudad de las apuestas", de Fricciones (Polbín, 2006: 78): "Al llegar a casa, ante tanta felicidad, abres la ventana y, sonriendo, te suicidas"...
sì, sì, yo tambièn lo siento en el tuetanillo...y tambièn de otras entradas...palabras buscan palabras...
Yo me pregunto ignorante: un pasapisos es uno que enseña pisos no? No me gustaría estar en el pellejo de uno de ellos mucho menos si me caen este tipo de invectivas que le deben estra haciendo morderse la lengua y la cola al mismo tiempo. Rogaremos por ellos porque tienen el alma perdida, pero aún así merecen un hueco dentro de nuestro corazón (tal vez para así ahogarse en nuestra sangre).
A mí me parece que el verdadero nombre de Mónica Copérnica es Mecánico Porcino o Carmen Cocino-Poni
Ooooh, lástima que te sobren os por todas partesss, puerco espín...
pues a mì Mecànico Porcino Poni tiene un no sè què...me resulta muy delicado...¡uy!delicada...
Sobran ooohs? Yo que pensaba que eso nunca sobraba. Qué iluso: Encarni Pica´m
será mejor que pongas tú las vocales dónde faltan.
ogro incorregible ogro incorregible ogro incorregible la la la la lalala chincha chincha chincha tupatupatupa...canòniga salerosa
A ver si bajáis un poco el nivel de los comentarios, que tanta erudición supera a cualquiera... la la la...
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