¡DECRETAZO!

Camaradas del Bombín:

Tras agradecer efusivamente desde aquí la tan esperada segunda parte de las Actas del I Congreso Autobombástico que el Ogro del Sí ha tenido a bien ofrecernos (insuperable la descripción de su estado de ánimo: "las lágrimas me embargan y subarrendan mi pobre corazón de hipoteca a plazo variable cuando recuerdo aquellos instantes"), paso sin más dilación a ejecutar mi fallido plan chestertoniano. A mí también me embargan las lágrimas al comprobar que mi libelo del lunes pasado no surgió el efecto esperado, y se me subarrenda el corazón al tener que admitir que entre la tan autobombeada masa de miembros de este indigno Colectivo Autobombástico no haya habido ni uno solo que haya osado tomar las riendas del asunto, asumiendo la responsabilidad que se nos supone y diciendo: "I believe in Autobombo, I publish in Autobombo". Afortunadamente, un sexto sentido me advierte de la razón profunda de vuestro silencio: reconocedlo, os gusta el misterio y el riesgo y la sorpresa, sois seres sádicos por naturaleza, y estáis esperando que caiga el filo de la guillotina y se produzca el primer decretazo. Pues bien, no me haré de rogar, camaradas, pero antes de ejecutar mi designio os recuerdo que si la persona elegida no responde a su deber como corresponde a todo miembro autobombástico que se precie, entre todos deberemos buscar el castigo que sin duda merecerá. Salud y autobombo a todos aquellos que remueven el daikiri, cómodamente postrados en sus hamacas...

El miembro elegido para publicar la próxima semana en la Bombitácora ha sido... EL BURROT CATALÀ. Recordemos que en caso de cumplir con su deber, gozará del honor de elegir al siguiente camarada publicante (siempre y cuando, claro está, no haya surgido ningún miembro voluntario). Álea iacta est.