sábado, 2 de abril de 2011

A Bordo

Luces embarcadero destellos metàlicos rebotan del cascaròn de cada fàbrica y del cielo mismo sobre ellas. Arañas estibadoras de roca y arena inmòviles a la espera de movimiento. Acecho de tendidos elèctricos arando campos en descanso eterno manchados verdes cubre escorias. La sirga de acero que acciona el tirador de alarma trempada como en secciòn de arteria. Pesados raìles surcando desde el centro de la ciudad hacia el exterior alcanzando un dominò de estaciones y lugares parecidos a minas minerales, minas que nunca existieron pero que aùn asì lo parecen. Lugares. Mientras extenso cielo bìblico extrarradio bajo el cual perfectamente podrìa haberse encontrado mar horizonte situado al norte. Oleaje impuntual. Continùa un relato de transporte y cercanìas de personas que cabecean sobre asientos en marcha, de cabezas que se sujetan entre una mano y una ventana por las que no cesan los estados de vigilia y de sueño, de apegos a los enseres de piel y miradas que establecen ascensores con puntos lejanos.

2 comentarios:

puta psicótica cortándose las venas 1 dijo...

Agonizo aún desde lo que queda de mí en el espejo falso tan roto desde siempre, y para nadie, esta ruina silenciosa que sólo siente tanto que muere demasiado, llamad destrucción a la razón, haceros fuertes en la tristeza inefable del instinto, ahora que el llanto es dulce, acaso, si lo hubiera, si fuera posible lejos de este endurecimiento genocida, macabro, solitario (porque el mundo te hizo así, dirás) del corazón que no existe (nunca nada existió, nunca nadie lo buscó) frío, helado, abandonado como cosa inútil, sin solución, desde el miedo y la marginación y para nadie, y nadie aplaudirá, si es que aún hubiera alguien, si es que aún mi alma fuera música, acaso, lejos de la megalomanía del significar, música fluyendo y naufragando en la nana tan sencilla (primaria, esencial) que aprendimos a olvidar, igual que se olvida todo, igual que me olvidaréis a mí, yo, desolada perra sumisa suplicando el maltrato, si aún hubiera alguien torturándome lejos de esta soledad acelerada, puta, puta retorciéndome desde lo más bajo y suplicando, suplicando el maltrato, por favor, por favor, pégame, por favor, aplasta tus cigarrillos en mis brazos, por favor, humíllame, pégame, destrózame, rómpeme los huesos, córtame los dedos, dame una paliza, amor, mátame, por favor, y sean el desprecio y el odio y la culpa y el dolor todos para mí (y los amo a todos, desde la contradicción, los amo a todos porque todos merecen amor, todos, pobres animalitos tristes, desgraciados, equivocados, pobres, pobres) para mí, para mí, puta cristiana arrojada día a día a la depravación insomne maldita del suicidio (y existe el alma, lo sé, existe el alma) del suicidio del SUICIDIO (suicidada por todo y por todos, desde todas las heridas del mundo que no cesa, que no entiende) y sin respeto, como una flor en la basura (sin respeto) o carroña devorada por los buitres o cualquier otra manera (equivocada) de pensarlo (alejadme de toda fe, de toda razón, de toda verdad, de toda vida, de toda muerte) cuando sólo el dinero es la venganza y para qué, te dices,

puta psicótica cortándose las venas 2 dijo...

por lo que no tiene precio, derrochado en anestesia y droga y droga y droga o absurdo PODER (absurdo) para un ego delirante que chirría o objetos dementes para mi narcisismo autista, lujos espasmódicos, caprichos paranoicos para volverme loca (porque todo quiere volverme loca, todo lo que está loco, como el mundo, como vosotros, todo, y todo duele y todo hiere, tan injusto, tan sádico, hipersensibilidad acorralada que aúlla) o huidas trascendentales hacia ninguna parte (tan perdida) porque no hay solución ni salvación ni escapatoria ni verdad, me digo, y con qué lengua y con qué boca y cómo, ningún lugar, me digo, nada, nadie, me digo, me digo, me repito, desde el cerebro híperestimulado o el corazón que dejará de latir o el lenguaje que no existe, así, exasperada y desolada hasta lo insoportable, por ser yo, por no tener razón, o acaso demasiada, demente, loca, desquiciada por todo lo que no es ni nunca fue ni nunca será (¿el mundo? ¿yo? ¿la infancia? ¿la vida? ¿la muerte? ¿el amor?) así que (ya) cojo el cuchillo afilado (ahora) con la mano izquierda (soy zurda) y lo clavo y lo hundo fuerte en mi brazo derecho (soy zurda) una y otra vez, rápido, sin pensármelo, el cuchillo, lo hundo, lo clavo, histérica-frenética-paranoide (de mis demonios) en el brazo derecho, deprisa, el cuchillo, la carne, la vena, los cortes, la sangre, el dolor, llegando al hueso, profundo, una y otra vez, fuerte, intenso, cuchillo, carne, vena, sangre, dolor, trazando líneas, surcos, líneas una y otra vez, determinantes, fatales, en el brazo derecho, líneas rigurosas de muerte, en el límite, tan anestesiada que no siento nada, nada, tan drogada y tan perdida y sola y suicida desde siempre (que si el verdadero amor existió yo no lo conocí) pero ojalá, pero ojalá que esta vez sí, dios (y no tenéis razón) ojalá que esta vez sea definitivo, real, sí, ojalá que esta vez aguante y me mate y pierda la conciencia y el conocimiento y la razón y el corazón y el alma y la vida y me desangre y me muera del todo, del todo, sí, ojalá que me muera del todo, dios, ojalá que me muera del todo, que me muera, que me muera, que me muera...

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