sábado, 4 de abril de 2009

yo

Yo seguía agarrotado por el traqueteo y aquella extraña sensación, ya casi olvidada, de sentir cómo avanzaba gracias al coche. Ese fue uno de mis últimos momentos felices. Enseguida nos encontramos en medio del camino, que descendíamos a gran velocidad, a un montañero que no dudó en saltar lejos de nuestro alcance.

Después de una brusca sacudida, el coche frenó. E l periodista entonces, salió de él, se acercó al

montañero y se pusieron a hablar. Yo estaba paralizado dentro del coche y tardé un rato en

salir. Tanto tiempo sin ver a nadie nuevo y ahora, en pocas horas, había encontrado a dos.

Unos días más tarde llegué a la ciudad. Iba solo y a pie: a medio camino había embarrancado el

coche, que conducía levantando la palanca de mi derecha. Había visto en la montaña la cara

más dura del hombre, y sinceramente, no quería ver otros hombres jamás. Sin embargo estaba

en la ciudad haciendo lo que tendría que haber podido hacer el montañero. Fui al banco

siguiendo las indicaciones de un anciano al que encontré fumando en la calle. Cuando llegué,

sentado tras el mostrador había un hombre sudoroso que no tardó en darme el dinero. Salí de

ahí, volví a preguntar a aquél anciano que parecía haberlo visto todo, y lo último que hice en la

ciudad fue comprar unas medicinas; y me volví a introducir en el bosque.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que alguien siga. Por los dioses del Parnaso!
No enfadéis al PAPA! No me dejéis así, a las puertas del bosque, que no sé si llevo en la bolsa algún relajante mental pero me está haciendo falta.
Creo en Autobombo! Y creo que el montañero sigue vivo!
Quién sepa algo de él que se pronuncie!

Anónimo dijo...

este me mola, aquí se abren cosas. esto, los comentarios también son anónimos veo. vale. y tampoco se puede opinar, por donde quiero que vaya la historia? Por ejemplo, yo creo que el malo es...bueno, se puede o no? Y escena de beso para cuando?

Anónimo dijo...

Hombre, preguntar no es ofende: ¿usted es puta?
Pues claro, hombre, nada más que hay que decirlo, y si no, pues escribillo, mujer, escribillo.

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