martes, 25 de septiembre de 2007

Madeleine se puso de pie. (Léase después de cada subtítulo) - S.Pioje

Televisión

Y se fue directamente al televisor, la pantalla centelleaba y ella acercó su brazo. Al entrar completamente, ésta continuó el noticiario.

La duda

Porque en la escuela era normal preguntar dudas en ese modo interpretativo. Y se dirigió al profesor con su acritud habitual. El docente, de experiencia y consabido, quiso evidenciar a la chiquilla con una blasfemia. En el aula ahuyentáronse los susurros. Las cejas de Madeleine arqueadas se desorbitaron. Profesor, ¿es usted excomunista?

Pregunta

Cogió el pincel y empezó a darse respuestas.

Patinaje

Su primo Arthur siempre le asustaba en esos casos. Nunca sabía por donde vendría su sombra, un artilugio o cualquier tipo de sicofonía. Era un primo desconcentrante e inoportuno. Aquel acto, pero, había sido inquietante y la llevó al delirio. Arthur nunca había sido un niño normal, era el tipo de persona que prefería administrar su interés en cosas estúpidas; un exceso de neuronas pesarosas. A su edad los niños se entrometen en otro tipo de egoísmos, pero no se abastecen de lo absurdo. Solía mascar hierbajos mientras le absorbía un segundo plano, ésa era su actitud habitual. Aquel día en que Madeleine patinando se desmayaría Arthur trascabilló, contra el hielo.


De película

…, me contaba. “A partir de ahí la familia pasa un periplo por poder contactar con otros humanos no infectados. Lo consiguen al llegar al teatro del pueblo, una muchedumbre atropellada entre butacas. En la ciudad, todo manga por hombro. Y la gente atemorizada. Madeleine se encuentra sola en casa, sentada en el suelo, llorando, apoyada contra el armario de la cocina, las manos en la boca. Y todos sus dientes cayendo y naciendo ad absurdum.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Planteo hacer la noticia hebdomadaria. Coger una: Madeleine, y darle la vuelta.

Y le paso la bola del bombo del noticiero autobombástico al BURROT (Si alguien no la coge antes).

El Sargento se puso de Pioje

Anónimo dijo...

yo me pongo asimismo de pie, y a riesgo de darme con el bajo techo del zulo que comparto con Maddie (yo ya la llamó así, después de tantos días...) me inclino totseguit pues me ha encantado el resultado de este urkeniano experimento.

Anónimo dijo...

De eslabón:
Madeleine se puso de pie y lo primero que notó fue la sensación de altura, como cuando se subía a los mopanos de la sabana a mordisquear las hojas. No obstante, se acostumbró ràpido a esa nueva condición, e incluso disfrutó trenzando y destrenzando los dedos,recién liberados de ir siempre por los suelos arenosos. Un gruñido de entusiasmo salió de su pecho, y se dispuso a escribirle una carta a su madre para contarle sus nuevas habilidades.

Anónimo dijo...

En fin. ¿Es que nadie se da cuenta de que se hieren sensibilidades ajenas? Lo demuestra ese comentario desaparecido que seguro quería dar cuenta de la indignación del colectivo "salvemos a maddie de sus padres". Yo por mi parte no quepo en mí de indignación. Yo también quiero vaciones en Marruecos

Anónimo dijo...

Me desconciertas, Sargento, pero me gusta el desconcierto. Y la iniciativa, también. En cuanto al comentario suprimido: ¿quién ha sido el chapuzas? ¿Es que acaso no podemos censurar sin que se entere todo el mundo? ¿Tenemos que seguir siendo el hazmerreír del mundo autobombástico?

Anónimo dijo...

para evitar confusiones: yo me borré a mi misma un comentario donde había detectado un error ortográfico (al menos) que, para mayor chapuza, lo mantuve en el siguiente comentario. Así nos va. Pero que no cunda el pánico persecutorio, ok?

Anónimo dijo...

¿Pero qué es esto hombre?
Que le coooorten la cabeza!!!!

Anónimo dijo...

En cuanto a la ruleta hebdomadaria casi mejor que sea sorpresa no? Incluso a través del correo interno

Anónimo dijo...

¿Pero quién habla de censura? Yo no veo ningún comentario suprimido...

Anónimo dijo...

sólo dos pasos lluvia con los pies mojados y la bicicleta que pasa me moja la falda
el hombre de la esquina me mira. Bajo la cabeza, otro wisky me delatará pero entro en un bar, suena johnnie cash y la mujer de al lado está llorando, pues que llore, yo me sonrío. Apuro la copa y vuelvo a salir, la falda entre las rodillas, hoy tampoco pasará nada, quizá otra copa más tarde. Quisiera abrazar al hombre que pasa pero me quedo, quizá lo entendería. Me quedo quieta, a ver que pasa: no pasa nada, sólo una mujer mayor con una vida más interesante que la mía, nada. Ya nadie recuerda la niña que fuí.

Anónimo dijo...

Deberíais enviarle la contraseña al tal anónimo porque es cruel pero tiene talento, y lo digo yo que no soy anónimo

Anónimo dijo...

Vivir (de un pasado) esperando... y la voluntad del sino adormecida. Me resulta familiar.
Me encanta el texto. De todas formas antes de proporcionar la contraseña debería desvelarse con identidad anagramática (or maked up)si no...

Anónimo dijo...

si es así me descubro ante ustedes, soy una zorra alevín, ya saben, una aprendiz de zorrón

Anónimo dijo...

Me quito el bombín y lo piso de nuevo. A estas alturas no voy a ganar para sombreritos. El correo interno se encargará de solucionar la administración, pero yo creo que esta aprendiz de zorra ya tenía la clave. Problemas de edición? Por si acaso me tomo la libertad de publicarlo en portada. La puerta de atrás no me parece digna para un zorrón, aunque sea alevin. Por cierto me alegro de que la Polbin y la Putina ya tengan compañera de juegos. POr muchos años

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