Creando a nuestros precursores...

Camaradas, como bien sabía Borges, nadie es nadie si no crea a sus precursores. Y nosotros no podemos ser una excepción. Por ello, propongo desde aquí un trabajo paralelo al que están llevando a cabo nuestros intrépidos compañeros autobombásticos por tierras húngaras (ese monumental archivo fotográfico de fraternales bombines que pueblan medio mundo, desde la calva de Buda hasta las discretas señales de tráfico). Me refiero a crear un archivo biográfico de aquellos personajes históricos que, por una u otra razón, puedan ser considerados precursores (o directamente plagiarios por anticipación) de nuestro bienamado Autobombismo. Y empezaré por un oscuro personaje, bien conocido por su seudónimo, pero mucho menos conocido por su auténtico nombre (que es precisamente el que le ha permitido al fin entrar a formar parte de los precursores del bombismo):

"PARACELSO (1493-1541), seudónimo de Theophrastus Bombastus von Hohenheim, filósofo iconoclasta, psicólogo y farmacólogo (el nombre Paracelso significa “más que alto”) de Suiza.

Tras graduarse en Ferrara en 1515 viajó mucho. Su práctica de la medicina suscitó numerosas críticas porque administraba drogas experimentales (como el láudano y el éter) y empleaba técnicas poco convencionales como la hipnosis y la cirugía. Contra la recomendación del profesorado permanente, se incorporó a la Universidad de Basilea. Más adelante fue despedido y después arrestado por sus ideas innovadoras y su denuncia de los profesores de medicina.

Durante los trece últimos años de su vida Paracelso retomó sus viajes y continuó sus investigaciones en alquimia, bioquímica y medicina. Sus teorías se adelantaron al moderno reconocimiento del fenómeno de las enfermedades psicosomáticas, ya que afirmó que tales afecciones tenían su causa en la mente, no en la posesión demoníaca.

En cuanto filósofo, Paracelso actualizó el axioma gnóstico 'Tal como es abajo, es arriba', refrendando una visión del universo bipolar, animista y en cíclico proceso de regeneración y evolución."

(Extraído de Thimothy Leary, Flash Backs: Una autobiografía, Alpha Decay, Barcelona, 2004.)