No he podido/ querido esperar a que Marta Polbín lo colgara. Que lo haga yo no es menos autobombo, porque como dice el punto 4 del decálogo: "Muéstranos lo que tienes dentro, porque si yo lo hago yo digo que es bueno y si tú lo haces yo te apoyo en ello". Yo te apoyo, te digo que es bueno, y además, te leo durante los años, las correcciones, incluso a través de una mediocres traducciones al inglés que algún día valdrán su peso en oro...También os lo cuento porque, como alguien nota en los comentarios del enlace que sigue, se trata de una de las críticas más entusiastas, en su honestidad sorprendida, en su disfrute sin cuotas, que se haya escrito últimamente. Y porque nos llena de orgullo y satisfacción que finalmente se hayan publicado las Fricciones de la Polbina, para que así todo el mundo disfrute lo que hasta la fecha solo disfrutábamos sus allegados. Y que, como el crítico en cuestión, todo el país diga ahora, como tantas veces hicimos sus lectores: "Qué cabrón el Pablo Martín Sánchez".
Primera crítica de Fricciones
(PD. de Leli-editora: me voy a repasar todos los archivos de AB, no sea que nos caiga una demanda por algún texto publicado sin permiso de la editorial, ahoracaigojoer...)