Pequeñas historias de un niño llamado Max
El pequeño Max va al balneario con sus padres. Se dan baños de barro y se bañan en agua caliente que huele a azufre. Max siente que se funde en el barro, que es el demonio nadando en lagos llameantes. Al llegar a casa corre a buscar a Zoe para contarle su viaje al infierno. La pequeña Zoe le prepara para compensarle de tan dantesa experiencia, un baño con olor a primavera y programa la lavadora a 30º piezas delicadas. El pequeño Max gira en el bombo con su destino.
2 comentarios:
mola, tintes míticos
Esa referencia autobombástica me ha calado hondo. Sí.
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