martes, 28 de octubre de 2008

I Concurso de Literatura Irracional

Justo cuando se abre la veda de los concursos, el gran, el magnánimo, el colosal Pablo Moíño Sánchez nos envía esta propuesta (dirigida a todo el Colectivo, pues me consta que el otro día estuvo consultando el elogio exobombástico que le dedicamos y quedó prendado de nuestro ingenio, sobre todo por frases del tipo "a mí lo melifluo me parece superfluo", Ogro dixit), que seguro que hará la delicia de muchos de nosotros (ya me imagino a más de un físico de los que pululan -¿o era polucionan?- nuestro blog corriéndose de gusto).


El premio no es monetario, pero el reto bien lo vale. Entrad en este link para ver las bases completas, pero como aperitivo aquí tenéis esta imagen para que los más sagaces veáis de qué va este certamen de microrrelato "irracional"...


Salud y autobombo!!


Y Eza Quilla dijo:

lunes, 27 de octubre de 2008

rompetítulos




domingo, 26 de octubre de 2008

EL RECIENTE PREMIO recibido (super merecidamente, autobombo aparte) por Marta Polbín, que además bebe de fuentes colectivas (veáse, por ejemplo, "Citas Literarias" por el Ogro del Sí), ha despertado la codicia y el orgullo en mí, y al buscar posibles premios, he encontrado uno que le va a este Colectivo como-anillo-al-dedo.

III Concurso Internacional de Minicuentos El Dinosaurio 2008


El Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, el Centro Provincial del Libro y la Literatura de Sancti Spíritus y el Instituto Cubano del Libro convocan al III Concurso Internacional de Minicuentos El Dinosaurio 2008, que se organizará de acuerdo a las siguientes

BASES

1. Podrán participar todos los escritores de habla hispana, mayores de 18 años.
2. Los participantes podrán competir con un solo minicuento que no exceda 20 líneas.
3. Se debe entregar en un sobre:
1. Original y dos copias, en letra Arial 12 puntos, a doble espacio, identificadas con lema o seudónimo.
2. un sobre pequeño, identificado por fuera con el lema o seudónimo y el título del cuento, que contenga los datos del autor (nombre completo, número del carné de identidad, dirección particular, teléfono, correo electrónico y una breve nota biográfica).
4. Los minicuentos deben ser inéditos y no estar sujetos a compromiso editorial en Cuba o en el extranjero, ni concursando en otro certamen.
(...)
6. La convocatoria queda abierta desde el 1º de junio de 2008 y el plazo de admisión de las obras vence el 30 de octubre de 2008. El matasellos del correo dará fe de la fecha del envío.
(...)
8. Los participantes no residentes en Cuba podrán enviar sus obras por correo electrónico a dinosaurio@centro-onelio.cult.cu, adjuntando dos archivos Word: uno que contenga el minicuento identificado con lema o seudónimo, y otro que contenga los datos del autor (nombre completo, dirección particular, país, teléfono, correo electrónico, breve nota biográfica). No se aceptarán envíos por correo electrónico de participantes que residan en Cuba.
9. Se concederá un Gran Premio de 300 USD (CUC si corresponde) al mejor minicuento, que se dará a conocer en la XVIII Feria Internacional del Libro de La Habana.

Mayor información: Tel: 206-5366/67 (solicitar a Giselle, la secretaria) • E-mail: dinosaurio@centro-onelio.cult.cu, o aquí

Y TAMBIÉN, este otro que, dado el premio, seguro que gustará a más de uno:

II Concurso de Micro-relatos Martín Berdugo

El relato ganador lucirá en la contraetiqueta de 60.000 botellas y los tres finalistas disfrutarán de un fin de semana enoturístico en la Ribera del Duero

Los concursantes podrán remitir sus propuestas a través de la web www.martinberdugo.com o cumplimentando las postales que podrán encontrarse enfundadas en las botellas martín berdugo o en los expositores de los establecimientos colaboradores.

El plazo de presentación se abre el 1 de julio y finaliza el 30 de octubre de 2008.

miércoles, 15 de octubre de 2008

resumen de señales

Cuando Leli llegó a EEUU, lo llevaron al Art Institute of Chicago, y allí se encontró con una de sus kbezas visibles.

Cuando más tarde llegó a NY, al bajar del avión se topó con este cartel, tan autobombásticamente guatequero.Y en uno de sus primeros paseos por la ciudad, pensó que era una señal que este banco también llevara nuestra siglas.

Autobombo en el corazón
i believe

martes, 14 de octubre de 2008

librar y babel


Like all men of the Library, I have traveled in my youth; I have wandered in search of a book, perhaps the catalogue of catalogues; now that my eyes can hardly decipher what I write, I am preparing to die just a few leagues from the hexagon in which I was born. Once I am dead, there will be no lack of pious hands to throw me over the railing; my grave will be the fathomless air; my body will sink endlessly and decay and dissolve in the wind generated by the fall, which is infinite. I say that the Library is unending.


J.L.Borges, The Library of Babel
translated by J.E.I.

lunes, 13 de octubre de 2008

Homólogos

Volta que volta... Colometa
"Aquí estoy yo, tú cierra el pico."















La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean en las aguas podridas.
"Por favor, hazme sitio, fuera hace mucho frío."

Fell The Queer y Domas Mansos

'Acidas las alas en ocre.
Ser con esa la sal sádica.'




















...














y aùn asì no se extinguen
las irrefrenables ganas de
masturbarme




















...




















debe ser nuestro encarcelamiento
una experiencia liberadora




















...














morir morir morir sin dudarlo




















este debe ser el ocre de la felicidad

Pere Rovira en el Delta

Hermoso post de Pere Rovira (anagrama de...) en sus Fruitman Chronicles, donde por cierto apareció recientemente una entrada muy autobombástica...Ojo...¿al dato?

sábado, 4 de octubre de 2008

si digo
quien digo ser
entonces
me gobernarè
...
mientras
vigilo la distancia
entre mis hombros
...
late
y eso basta.



Fresán


El Doctor Garpesiano nos envía el siguiente texto de Rodrigo Fresán aparecido en Página 12.

Caerse y Callarse

Por Rodrigo Fresán

Desde Barcelona

UNO El padre y el hijo salen a dar una vuelta. El padre da pequeños pasos para ir a la par del hijo que avanza dando inmensas zancadas. La velocidad –como el tiempo– es relativa y, de pronto, el olor de lo muerto que no es igual, no tiene nada que ver, con el olor de la muerte. La muerte no huele. Pero lo muerto apesta. Y ahí está ese gato muerto tirado a un costado de la calle. El hijo se detiene y lo mira fijo y después, mirando al padre, pregunta utilizando uno de sus verbos favoritos y multifuncionales: “¿Cayó?”, dice el hijo. “Sí, se calló”, responde el padre.

Y éste es el momento exacto y preciso en que un hijo descubre la muerte y un padre se la inventa.

Al mismo tiempo.

DOS El alguna vez joven escritor vuela de B a J como parte del jurado de un concurso literario. El avión tiene misma marca, modelo y aerolínea que aquel otro avión que se cayó y se calló hace una semanas en M. El alguna vez joven escritor se lleva para leer (para releer, otra de las señales inequívocas de que él ahora habita otra época, otro tiempo) un libro de relatos de David Foster Wallace. Un escritor norteamericano que ya no es joven pero tampoco ha dejado de serlo porque, ahora, ha dejado de ser, la edad ya no es un factor a considerar, y punto. El título del libro es Oblivion (2004, ¿joven? ¿viejo?). Busca en el índice el título del cuento que quiere releer, ve que está en la página 141, y comienza a releer algo que se llama “Good Old Neon”. Y, sí, es un cuento muy bueno en el que al final –reflexionando acerca del suicidio de un amigo– un escritor llamado David Foster Wallace se suicida o no...

TRES ...y no ha aparecido la noticia de si David Foster Wallace dejó una carta ¿larga?, ¿llena de notas al pie y digresiones?– teorizando antes de hacer inmediatamente práctica su impostergable e ineludible necesidad de caerse con una soga al cuello y de callarse para siempre–. No importa. No hace falta. En “Good Old Neon” está todo. “Good Old Neon” como su día impecable para el pez plátano. Y el avión se mueve mucho. Y Madonna –agotada pero sin llenar el estadio– canta en Sevilla, ahí abajo. Life is a mistery, everyone must stand alone...

CUATRO Y me ha sorprendido la cantidad de emails que he recibido en los últimos días comentando el suicidio de David Foster Wallace. Incluso aquellos que consideraban a David Foster Wallace un escritor sobrevalorado o un farsante, parecen shockeados. Todo parece indicar que David Foster Wallace es hoy para los escritores (y muchos lectores) lo que hace unos años –con ese mismo look slackergrunge– fue Kurt Cobain para los rockers (y muchísimos oyentes). Así, el símbolo perfecto y perturbador de aquel que decide que no va más y hasta aquí llegué en una sociedad muy medicada. La prueba de que los antidepresivos no funcionan tan bien. El canario en la mina de carbón al que aludía el superviviente (y suicida frustrado) Kurt Vonnegut. Aquel que da la alarma muriendo primero y, con su muerte, advirtiendo que se aproximan tiempos oscuros e irrespirables aquí abajo, en las profundidades de esta tierra. El suicida como adelantado de su propia vida que decide quedarse para siempre en la retaguardia de la historia. O tal vez todo sea mucho más sencillo y hasta un poco vulgar e inconfesable: tal vez lo que perturba del suicidio de alguien a quien uno respeta o quiere o admira es que sirve, siempre, precisa o veladamente, como el reflejo más o menos posible del propio suicidio. El suicidio de esa persona a la que uno respeta algo, a la que quiere bastante y muy de tanto en tanto admira. Esa persona que lleva nuestro nombre y nuestro cuerpo y nos lleva.

CINCO El alguna vez joven escritor aterriza en J, delibera, vota (gana un joven escritor que alguna vez será un alguna vez joven escritor) regresa a B., vuelve a poner el ejemplar de Oblivion en su sitio junto a todos los otros libros de David Foster Wallace y entra a internet como quien se moja los pies en la orilla. El espacio cyberal desborda de necrológicas de David Foster Wallace y, por suerte, no ha visto ninguna con el título de “Crónica de una muerte anunciada”. Muchas se refieren a “Good Old Neon” –“El neón de siempre” en Extinción, edición española de Oblivion como la Piedra Rosetta que, ahora, sirve para decodificar a quien pronto será huesos o ni siquiera eso. Algunos de los obituarios son muy buenos, como el de David Gates (excelente narrador y periodista), quien teoriza acerca de las particulares y decisivas diferencias entre escritores geniales (Shakespeare) y genios escritores (Wallace, quien le pidió prestado a Shakespeare y a su Hamlet la línea esa donde se le habla a la calavera de un bufón y se dice aquello de “Alas, poor Yorick! I knew him, Horatio: a fellow of infinite jest...” Y, sí, tal vez lo que hizo que David Foster Wallace se cayera para ya no levantarse se callara para ya no volver a hablar fue el tener muy claras todas esas ideas geniales. Hay claridades que encandilan y ciegan y uno acaba haciendo cualquier cosa a cambio de un poco de oscuridad. Lo importante, sí, es nunca callarse antes de caerse. Porque si hay algo peor que el silencio después de la caída, ese algo es el silencio antes de caerse. David Foster Wallace, por suerte para nosotros, hizo mucho ruido antes de.

SEIS En algún momento –mientras se empieza a escribir esto y se despega y se vuela y se termina de escribirlo luego del aterrizaje– llega la noticia de la muerte de Rick Wright, tecladista de Pink Floyd. Para mí, lo mejor que nunca hizo Wright esta en Whish You Were Here, en la última parte de “Shine On You Crazy Diamond”. Después de la parte donde se escucha eso de “Nobody knows where you are / How near or how far”. Es de las cosas más emocionantes y emocionadas que jamás he oído. Todas las alucinaciones de Syd Barret, todos los solos de guitarra de David Gilmour, todos los alaridos primales de Roger Waters palidecen ante su doméstica majestuosidad. Es como música para un funeral secreto en el que todos conocían o creían conocer al vivo hasta que decidió hacer eso y convertirse en muerto. Y entonces todos –dolidos o no– se cayeron primero y se callaron después sin estar muy seguros de si lo hacían por la sorpresa o porque nada les sorprendía. Y ahí están, mudos y en el suelo, comprendiendo que nadie sabe ahora dónde está el muerto, cuán cerca o cuán lejos. Sospechando que –a partir de ahora– el muerto, como un pequeño y ausente dios, estará siempre en todas partes.

SIETE En alguna parte, cerca, puedo verlos desde la ventana de mi estudio con vista al interior de todas las cosas, un padre y un hijo conversan junto a un gato muerto. Comienza el otoño y anochece más rápido, como si el encargado de apagar las luces y bajar las persianas del día decidiera cerrar antes de hora. No escucho lo que dicen el padre y el hijo. Pero, por suerte, todavía no ha llegado la hora de caerse ni de callarse. Y puedo y me gusta imaginarme su conversación en el nombre del padre y del hijo y del espíritu santo de un gato muerto de cuyo cuerpo y cráneo –“Alas, poor Tom!” diría Jerry– no demorarán en dar cuenta demasiados ratones. Aquí vienen y allá van el padre y el hijo. Y ya cayó la noche para que hasta yo me calle y deje de escribir y siga releyendo (leer es mantener vivo, resucitar, inmortalizar, despertar en calma a quien descansa en paz) mientras ahí afuera se detiene y se rompe el acelerador de partículas y se enciende, otra vez, el bueno y viejo neón, el neón de siempre.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Proyecto BCNY

Esto es un mapa, sí. De Barcelona. Pueden ustedes comprobar su fidelidad (hasta el último detalle) en Google Earth o Maps. Como ven, se corresponde a la zona delimitada por la calle Aribau-Passeig Sant Joan, y Gran Via-Còrcega.

Esto son las coordenadas correspondientes al mapa. Cada calle queda así traducida a un número de las escalas X-Y.

Pues bien, el Proyecto BCNY propone que se escriban relatos ambientados en Barcelona, en el espacio urbano delimitado por el mapa, y se trasladen luego al gráfico de coordenadas, para que, a su vez, sea así posible reproducir el esquema narrativo en la ciudad de Nueva York, esta vez sobre las coordenadas análogas del mapa ofrecido por la siguiente selección de la trama urbana de Manhattan: Décima avenida-Primera Avenida, y la calle 14-calle 22.


Como siempre, y siguiendo el espíritu ludico-oulipiano del Colectivo (les remito al último número de la Revista de Erudición y Crítica, ya en las tiendas habituales), válganse de los mecanismos de constricción que les plazca a fin de dibujar el itinerario narrativo por las ciudades.

Un caluroso saludo de Leli Vorratxes desde Nueva York, a la espera de sus fascinantes itinerarios.

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